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Los callos en los pies son una afección epidérmica que consiste en la aparición de pequeños bultos, especialmente en las puntas y laterales de los dedos. Estas protuberancias tienen unas características muy fácilmente reconocibles:
- Piel reseca o cerosa, alrededor del callo.
- Endurecimiento o inflamación justo en el centro de la protuberancia.
- Sensibilidad o dolor en la zona, sobretodo cuando presionas en la parte afectada.
Es importante saber que el callo es una forma de defensa de nuestro cuerpo a una sobrecarga, rozaduras continuadas… y el hecho de eliminarlo completamente puede causar más dolor y una lesión en la piel.
Por lo que muchas veces es mejor reducir el tamaño del callo, pero sin llegar a eliminarlo del todo.
Pero, ¿cuál es la principal causa de la aparición de callos en los pies?
La causa principal de la aparición de callos en los pies es la constante presión y fricción que se ejerce en esta zona, debido principalmente a acciones que realizamos de forma diaria. Algunos ejemplos pueden ser:
- Calzado inapropiado para nuestro pie. Es igual de malo utilizar un zapato demasiado ajustado, que apriete nuestro pie a utilizar un zapato demasiado grande ya que la holgura provocará que el pie se frote constantemente contra la textura del zapato.
- No utilizar calcetines. Su falta de utilización genera un aumento de fricción en los pies.
- Otras causas. Existen también algunos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer callos en los pies como pueden ser juanetes, dedo del pie en martillo u otras condiciones en el pie, como los osteofitos.
¿Cómo evitar que te aparezcan callos en los pies?
Tan sencillo como comprando calzado cómodo y perfectamente adaptado a nuestros dedos de los pies, utilizar recubrimientos como tiritas en caso de que notemos fricción y en cuanto podamos cambiaremos de zapato. Utilizar calcetines siempre y, a poder ser, fabricados con materiales suaves.
Recuerda que hay que mantener una buena rutina de limpieza diaria, tonificando e hidratando la piel todos los días.