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Una limpieza facial en verano es tan importante como una limpieza facial en septiembre, una vez transcurrido el periodo estival. De hecho, como dice el refrán, más vale prevenir que curar.
Los meses veraniegos son una época dura para nuestra piel, ya que la exponemos a factores externos muy agresivos como son los rayos ultravioletas del sol, la sal del agua del mar, el cloro de las piscinas… son factores que provocan un envejecimiento prematuro de nuestras células, haciendo que nuestro cutis pierda luminosidad y ese aspecto saludable que tanto deseamos. Por ello es importante invertir en tratamientos que nos protejan de estos factores externos.
Y, para que los tratamientos protectores de la piel que utilicemos durante el verano hagan su trabajo, debemos preparar nuestro cutis para que los absorba eficazmente.
Como sabéis, es inevitable que en nuestro día a día la piel se ensucie, obstruyendo los poros y favoreciendo la aparición de imperfecciones como puntos negros, granitos y espinillas. Una buena limpieza facial te ayudará a eliminar estas impurezas, dejando tu piel limpia y purificada, esencial para mantenerla sana y en perfecto equilibrio mediante tratamientos de belleza.
¿Qué productos puedo utilizar para realizar una limpieza facial en verano?
Los productos dependen totalmente de tu tipo de piel. Te aconsejamos que te acerques a nuestro centro de estética y belleza en Madrid para que te asesoremos sobre el tipo de piel que tienes. Una vez, lo conozcamos podremos recomendarte los productos específicos a utilizar para tu limpieza facial en verano. Por ejemplo, los productos utilizados en la limpieza facial no son los mismos en cutis grasos, secos o sensibles.
Ahora en nuestro centro de belleza y estética en Madrid tenemos una muy buena oferta en limpieza facial:
Promoción limpieza facial Cristina Herráiz
Además, recuerda que hay que mantener una buena rutina de limpieza diaria, tonificando e hidratando la piel todos los días, para luchar contra el envejecimiento. Y sin olvidar la protección solar. Cremas con un factor de protección adecuado nos protegerán de los rayos ultravioletas, que además del envejecimiento prematuro, favorecen la aparición de manchas.