681 003 824 
Actualmente con la cantidad de información que fluye por internet, es muy fácil perderse y no tener claro que es verdad y que es mentira con respecto a los mitos de la hidratación de la piel.
Mitos y realidades sobre la hidratación de la piel:
“Las pieles grasas no necesitan hidratación”
Claramente es un mito falso, ya que este tipo de pieles aunque tenga un exceso de sebo, no tienen un exceso de agua. La fina película brillante que rodeada este tipo de pieles es producida por las glándulas sebáceas y es grasa. Por lo que requieren el mismo cuidado de hidratación que cualquier otro tipo de pieles.
“La hidratación puede ayudarte a reducir el envejecimiento de la dermis”
Es una realidad totalmente contrastada. Una piel deshidratada favorece el envejecimiento de la dermis de forma drástica. Así que cuanto más hidratada este la piel, mejor, ya que retrasaremos el proceso de envejecimiento. Además, una piel deshidratada también es una piel apagada, tirante y sin confort.
“Cuanto más hidratada este mi piel, mejor aceptará los beneficios de los tratamientos estéticos”
Otra realidad totalmente comprobada. Una buena hidratación de la piel favorece una dermis sana y absorbente.
“Beber mucha agua es suficiente para la hidratación de la piel”
En este caso estamos hablando de una verdad a medias. Beber agua es fundamental para tener una piel bien hidratada, sin embargo no es suficiente. Hoy en día la contaminación, el estrés, el sol, etc. son agentes muy agresivos para nuestra dermis, favoreciendo su sequedad. Beber agua debe siempre complementarse con un buen tratamiento hidratante.
“Refrescarse la cara es suficiente para hidratarla, además de una buena ingesta, por supuesto”
Claramente es un mito falso. Humedecerse la cara puede refrescar momentáneamente, pero no hidrata lo suficiente. Como decíamos anteriormente hay que complementar la ingesta diaria de agua con cremas hidratantes. Estas cremas contienen ingredientes que atraen el agua y la retienen en la piel para ayudarla a reestablecer su equilibrio hídrico